La mente tiene una tendencia natural a juzgar a las personas y circunstancias que le rodean. Puede quejarse de una madre que se preocupa, de una relación sentimental con carencias, de un trabajo aburrido, de un hijo desobediente o de un coche ya anticuado; si estás identificado con tu ego, este tipo de pensamientos te serán familiares.
Para convencerte de que los juicios tienen sentido o de que sirven para algo, el ego puede recurrir a tu derecho al pataleo o se justifica con ¡Todo el mundo lo hace! Ahora bien, si prestas atención, tomarás conciencia de que estos pensamientos te hacen sentir mal. ¿Qué dice tu ego de quién perdió a su madre, de quién no encuentra trabajo o pareja, de las personas que no pueden tener hijos, o soñar siquiera con adquirir un coche?
Si piensas en las respuestas, conectarás con la gratitud de lo que sí tienes, entonces podrás sentir el Amor por la vida y lo mucho que te ofrece en este momento.
“Te sientes pleno cuando amas lo que tienes hoy, lo que tuviste en el pasado o vayas a tener en el futuro siempre estará vacío…»
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia