Algunos se pasan la vida buscando a su pareja perfecta, ese hombre o mujer que les haga felices para siempre, que les llene de entusiasmo a diario, y que les haga sentir como en el cielo. Lamentablemente, a pesar de que suele verse como algo posible, difícilmente va a suceder. Todos tenemos virtudes y defectos que nos van a dirigir hacia un tipo de pareja u otra. Y no es ninguna casualidad que acabemos junto a personas que, inicialmente, parecen más o menos compatibles con nosotros, y que finalmente nos muestren su parte más “oscura”, que de una manera u otra también es la nuestra.
Para mi, una pareja perfecta es aquella que me permite aprender día a día, que me refleja lo más honestamente posible aquellos defectos que aún no he sabido ver en mi, y que por supuesto, me empuja a superarlos con Amor y paciencia. Sin embargo, de eso a que tenga que aguantar mis malas formas y despropósitos va un abismo. Y es que no le podemos pedir peras al olmo. Una pareja perfecta desea que seas feliz, pero no a costa de su propia felicidad. Te puede señalar e iluminar el camino, pero no lo puede recorrer por ti.
Podríamos decir que las parejas perfectas son aquellas que desean recorrer sus propios caminos, junto a alguien que les permita crecer sin perder su propia individualidad, su propia esencia. Desde Emoconciencia, decimos que tener una buena pareja significa poder confiar en ella, del mismo modo que se confía en un buen amigo o amiga, y tener la capacidad de admirarse mutuamente. Y esto último no implica ser muy agraciado física o intelectualmente, ni tener una buena economía o posición social; tiene que ver con algo mucho más valioso, que es una buena “Actitud de Mejora Constante”.
Me encanta enseñar a otros a elegir su pareja adecuada, de hecho, teniendo en cuenta la gran cantidad de tiempo que vamos a pasar con esa persona, debería haber una formación obligatoria al respecto. Es más, muy probablemente, en el futuro haremos alguna formación sobre parejas desde el Instituto Emoconciencia. Y es que la “Conciencia Emocional” en general, y “Emoconciencia Parejas” en particular, ayudan mucho a superar situaciones aparentemente irreconciliables con nuestras parejas. Y todo desde el cambio de perspectiva que nos ofrece la Inteligencia Emocional y muchas de sus variantes.
“Vive y deja vivir”, es uno de los mejores y más directos consejos que te puedo dar para ser mejor persona, y también para ser una buena pareja. Mientras tanto, piensa en la siguiente reflexión, de la cual estoy totalmente convencido: Si actualmente tienes pareja, esa es tu pareja perfecta en este momento, y estoy seguro de que estás aprendiendo mucho con ella, aunque sea a un nivel no consciente. Y si no la tienes, en este momento tu pareja es la soledad, justo lo que necesitas para seguir aprendiendo, aunque recuerda que el verdadero aprendizaje sólo se da con los cambios; porque todo es perfecto, y si tú no haces todo lo posible por cambiar, la vida te va empujando poco a poco fuera del tablero de juego.
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia