Elijo creer que todos somos Amor, y sin embargo, la mayoría de personas sufre casi a diario. Entonces ¿cómo se explica esto? La respuesta es simple, nos identificamos con el ego que, a su vez, se alimenta de nuestro malestar. No es mi intención subestimarlo, pero pienso que el ego es poco inteligente, eso sí, te conoce mejor que nadie y es muy astuto.
¿Y cómo lo hace? Pues se aprovecha principalmente de dos factores, el primero es nuestra falta de conciencia, vamos casi siempre en piloto automático. El segundo, es actuar como los lobos, que cazan animales mucho más grandes que ellos gracias a la colaboración de la manada. El ego utiliza todas las emociones “negativas” a su alcance y al mismo tiempo, confunde a tu mente para que sientas miedo, y con él de su lado, eres presa fácil.
La toma de conciencia se consigue como todo en esta vida, practicando. Puedes hacer meditación o usar técnicas de atención y relajación. En cuanto a la forma de evitar que te confunda, sólo tienes que aplicar el conocido aforismo “Divide y vencerás”, si te ataca con todo lo que tiene, céntrate en pensar en una sola cosa cada vez; así actúa Emoconciencia, enfrenta cada conflicto, uno a uno, debilitando poco a poco al conjunto del ego.
“El ego nace del miedo, se alimenta de él y a su sombra se hace fuerte, pero se debilita ante el brillo del Amor que en tu corazón y conciencia habita.”
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia