Haz lo que tengas que hacer para sentirte mejor, sólo o en compañía, pero hazlo…
Cuando le preguntas a la gente si quiere ser feliz, la mayoría te contesta que sí… Pero si les cuestionas sobre su disposición a hacer cualquier cosa para lograrlo, las respuestas no serán tan unánimes. ¿Es nuestra obligación ser felices? Eso dependerá de tu definición de felicidad. En mi caso, lo único imprescindible es sentir Amor y Paz la mayor cantidad de tiempo posible; y a partir de ahí puedes añadirle todo lo que quieras. Para mi la felicidad no es una obligación, pero sí la mejor manera de dar ejemplo y servicio a otros, algo que vivo como una oportunidad y un regalo.
Creo firmemente que sentir gratitud por todo lo que tenemos en este momento, es el mejor regalo que nos podemos hacer a nosotros mismos y a nuestro entorno. Y visto así la felicidad parece fácil de alcanzar, ya que sólo precisas de ti para sentirte mejor. Sin embargo es curioso, ya que es en este punto tan simple donde la mayor parte de la gente se bloquea, ¿será que en realidad no quieren sentirse bien? La familia y las amistades tiran mucho, y si nadie cerca de ti hace por estar mejor, ¿vas a ser tú “el loco” que venga a cambiar las cosas?
Si de verdad quieres sentirte cada vez mejor, lograrlo es tan simple como priorizar y planificar las actividades que te lleven allí donde deseas estar. Meditar, hacer ejercicio, cuidar tu alimentación, enfocarte en el presente o trabajar tus emociones a diario son sólo algunas de las herramientas que puedes seleccionar; sin embargo te diré, que lo más importante es elegir un camino, disciplinarse y perseverar. Es la única forma de alcanzar cualquier cosa en esta vida…
Ahora bien, si realmente decides desarrollarte a nivel personal, hazlo a tu manera. Aprende de otros por supuesto, pero no sigas a nadie; prueba con todas las técnicas que quieras, pero haz tuya la que más se adapte a ti; acompáñate de personas que estén en tu mismo camino, pero no te apegues a ellos; enseña todo lo que aprendas, pero no intentes convencer ni cambiar a nadie, otros muchos lo han intentado y la mayoría fracasaron. En definitiva, conviértete en tu propio maestro haciendo las cosas a tu manera, única, original e irrepetible, pero asegúrate de que nunca te falte la humildad.
Si algo he aprendido durante el tiempo que llevo en el camino, es que todos venimos a aprender y a servir, y esa es la realidad que acabamos creando. Por mucho que te resistas o evites sentirte, tus emociones no resueltas te acabarán encontrando; y es que no puedes huir de ti mismo… Así que cuanto antes empieces mejor; y cuando lo hagas no te compares, en el lugar al que te diriges no existen los adjetivos. Simplemente ponte a caminar y no te detengas, puedes empezar sólo o acompañado, pero recuerda hacerlo siempre a tu manera…
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia