Somos seres sociales, nos gusta comunicarnos y estar con otras personas, ser parte de un grupo y sentirnos protegidos en compañía de terceros. De hecho, una de las características de las personas felices es tener un mayor contacto con amistades y familia. Un grupo se inicia con al menos dos personas, pero entrar en él tiene un precio, que es aceptar un conjunto de reglas y acuerdos no escritos que mantengan el equilibrio entre sus miembros, o dicho de otro modo, que todos se sientan útiles y cómodos dentro del mismo.
Pertenecer a un grupo es muy bueno, siempre y cuando las normas que lo rijan respeten la individualidad de sus participantes. Tener una buena relación con la familia es fundamental, aunque a veces existan dificultades para mantener un trato cordial. Convivir en pareja es uno de los rasgos de las personas longevas, pero una relación sin admiración, amistad y respeto puede generar más estrés que compañía, y sin embargo, algunas personas mantienen estas situaciones de por vida sin apenas realizar cambios personales.
Cuando decidimos iniciar un camino de “Crecimiento Personal”, hay que tener en cuenta dos factores importantes: El primero es que se trata de un proceso que nunca termina, ya que siempre hay algo por mejorar, por eso en Emoconciencia lo llamamos “Actitud de Mejora Constante”. Lo segundo tiene que ver con la palabra “Personal”, es decir, que es de una sola persona o para una sola persona, tú en este caso. Así pues, no incluyas a nadie en tu proceso, aunque esa persona sea un familiar, un amigo íntimo, o incluso tu pareja.
Es verdad que pasar tiempo con personas que tienen tus mismas ganas de mejorar y la actitud necesaria para lograrlo, puede facilitarte mucho el lograr tus metas. Sin embargo, también es verdad que no todas las personas se sienten igual o tienen la misma actitud siempre, lo cual no puede ser una excusa para dejar de hacer lo que te has propuesto, que no es otra cosa que ser mejor persona cada día. Así pues, ten en cuenta que el crecimiento personal y todo lo que está relacionado con él, es eso, personal e intransferible.
Una de las mayores preocupaciones de las personas que se inician en el mundo del crecimiento personal es el miedo a la soledad, a no ser entendidos por sus familias, amigos o parejas, lo que por desgracia es algo habitual. Pero tener una “Actitud de Mejora Constante” no implica dejar de compartir tu tiempo con esas personas, como en todo proceso, el respeto es prioritario. Y ya sabes, siempre es mejor enseñar dando ejemplo que intentar convencer a base de lo que uno cree que es mejor para el otro…
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia