La magia del primer beso; la alegría del primer sueldo; tu primer coche y esa sensación de libertad; el sí quiero de tu pareja; retomar esa afición que te apasiona; disfrutar de esas vacaciones soñadas; la satisfacción de tu propia casa; la llegada de un bebe, reencontrarte con ese gran amigo, el regalo de una mascota y su Amor incondicional. Todos ellos grandes momentos…
La mayoría de nosotros ponemos toda nuestra energía en alcanzar ese tipo de metas, como si fueran lo único importante. Mientras tanto, todo lo demás sigue ocurriendo, y quizá sea lo más valioso de esta gran experiencia que compartimos. Es el mismo camino que recorremos en busca del siguiente objetivo, sólo que cegados por la promesa de ese futuro feliz…
La fragancia de una flor; la increíble quietud de un árbol; la fluidez del agua; la libertad de las aves; una sonrisa al despertar; un “buenos días mundo”; la gratitud por todo lo que tienes; la curiosidad de un niño; el compañerismo; compartir algo; la buena obra del día; un abrazo porque sí; respirar profundo y sentirlo. Grandes instantes, pero además gratis, aquí y ahora…
“No hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino” Buda
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia