Casi todo el mundo está de acuerdo en que el Amor es lo más importante de la vida, este lo inunda todo, lo abarca todo. Y es que sin Amor no somos nada, no disfrutamos de los días, de las cosas sencillas; ni siquiera de lo mucho bueno que tenemos. Sin Amor somos presa fácil de todo tipo de deseos, adicciones y obsesiones, todas las que el ego nos tiene preparadas.
Sin Amor acabamos sumidos en la pena, el victimismo y la negatividad. Buscando con ansiedad nuevos estímulos que nos aporten ese plus que nos haga sentir vivos, algo que dejamos de sentir de forma natural hace mucho tiempo. Y cuando alargamos esta situación, se comienza a gestar el mayor temor del ser humano, el miedo a estar solo, al vacío, a no Ser, a la nada.
Sin embargo, cuando tienes Amor verdadero no necesitas de artificios, simplemente eres. Dejas de intentar rellenar tu vacío con nuevas posesiones o con personas a las que mendigar cariño. Ahora puedes seguir teniendo cosas y gente a tu lado, pero sin apego, sólo por el afán de compartir ese Amor y la alegría de vivir que transforman el vacío en espacio.
“La soledad no es estar sólo, es estar vacio.” Séneca
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia