A menudo nos comportamos de forma diferente en función de con quién estamos en cada momento y lo que sentimos hacia esa persona, es decir, que actuamos distinto con unos que con otros. Eso implica dejar de ser honestos con nosotros mismos y con las personas que compartimos nuestro tiempo, ya sean amigos, familiares o compañeros de trabajo.
Saber con quién estamos siendo nosotros mismos es fácil; sólo tenemos que apreciar si lo que percibimos cuando estamos con alguien es paz o inquietud, si es agradable o no; aunque sea muy sutil, siempre está ahí la percepción. Si hablamos de parejas, esto es especialmente importante, ya que si tienes inquietud al estar con él o con ella, tienes un problema a resolver.
Una pareja es una gran amistad con la que compartir tu vida, un compañero/a de viaje con la que decides dar lo mejor de ti. Es complicado estar feliz toda una vida con una persona que sólo está esperando algo a cambio de su “Amor” o compañía. Lo único honesto que debes esperar de tu pareja, es que esté ahí para compartirle tu Amor cuando os encontréis en casa…
“Te Amo por lo que eres, por lo que siento cuando estoy contigo, sin expectativas de algo que sólo yo puedo ofrecerme a cambio…”
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia