Hay muchas maneras de juzgar a una persona pero pocas que la midan realmente. Una de esas escasas formas es a través de la coherencia que demuestra, tan útil y efectiva que la puedes usar para tu propio crecimiento personal, de hecho, yo la recomiendo a menudo. Las escrituras reflejan muy bien esta verdad con la frase “Por sus frutos (actos) los conoceréis.”

Bien es cierto que nada es absoluto, es una herramienta que se valida a medio o largo plazo, nunca a corto, al fin y al cabo, todos tenemos días malos. Lo más importante es pensar qué queremos en nuestra vida y actuar en consecuencia, de esta forma seremos coherentes y predicaremos con el ejemplo; y ese, es el mejor regalo que puedes hacer a los que te rodean.

Existen dos peligros en este camino, el primero es elegir mal lo que deseas o no saber lo que realmente quieres, inseguridad y miedo. Si te equivocas de forma consciente o no, te costará mantener la coherencia y entonces, como dice un amigo, se nota. El segundo es la falta de voluntad real para lograr tu objetivo o mala actitud, lo que te lleva a una frase de Blaise Pascal que a mí me encanta…

“Si no actúas como piensas, terminarás pensando como actúas.” Blaise Pascal

Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

CAPTCHA


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio