Para ser feliz importa menos lo que tienes que tu capacidad para disfrutarlo…

Para una gran parte de la sociedad, lo material es lo más importante, y en la cúspide de sus preferencias está el dinero. La creencia popular dice que con dinero puedes tener y hacer casi todo lo que quieras. Por ejemplo, tener experiencias extraordinarias, viajar a lugares exóticos, contar con cientos de “amigos”, organizar fiestas todos los días, vestir a la moda, poseer casas maravillosas en ubicaciones fantásticas, conducir coches de lujo, etcétera.

Es una obviedad que el dinero te da opciones. Y también que es algo necesario para todos los que decidimos vivir en sociedad. Sin embargo, tener mucho dinero, no te garantiza que vayas a disfrutar de todos los lujos y comodidades que puedes adquirir con él. Porque una cosa es lo que tienes, y otra muy distinta cómo lo interpretas, algo así como tu experiencia interna real, que finalmente es lo que te llevas…

Te digo esto porque todos hacemos elecciones a diario, y seamos más o menos conscientes de ellas, muchas de las decisiones que tomamos tienen como meta final el dinero. Y todos sabemos que “el dinero no da la felicidad”, aunque parezca ayudar bastante De este modo, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que en general, iniciamos un mayor número de acciones dirigidas a obtener dinero, que a disfrutar del que ya tenemos o vamos a tener. ¿Tiene esto sentido para ti? ¿Estamos viviendo en un paradigma erróneo?

En mi vida, he tenido la suerte de conocer y tratar a muchas personas, con diferentes tipos de personalidad, y de todas las clases sociales y económicas. Sin embargo, no he encontrado grandes diferencias entre unas y otras a nivel de felicidad, o de capacidad para disfrutar de las cosas. Así pues, y por experiencia propia, he llegado a la conclusión de que no importa el dinero que tengas, ya que si no tienes Paz, no tienes nada; y si tienes mucho, no tendrás la capacidad de disfrutarlo. También he entendido, que los que tienen Paz suelen ser personas más humildes, tengan poco o mucho dinero.

Finalmente, lo único que de verdad importa es alcanzar tu propia Paz interior, la cual espanta preocupaciones, relativiza situaciones desagradables, adelgaza necesidades, te mantiene en el presente y pone el foco en todo lo bueno que ya tienes y te hace sentir bien. Cuando sientes Paz todo tiene solución, porque esta te da la capacidad de dejar ir lo que ya no sirve, sea material o inmaterial. Y como sabemos, no existen problemas ni conflictos que no se puedan solucionar o disolver teniendo la disposición de “soltar…”.

Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

CAPTCHA


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio