Todos tenemos algún don, uno que nos hace especiales; y cuando lo encontramos lo sabemos de forma instintiva. Se siente como si desplegáramos las alas, como si lo hubiéramos estado haciendo siempre. Fluye desde el corazón de forma natural y nos encanta enseñarlo y compartirlo con los demás; de lo contrario, no sería un don, sino más bien una habilidad.
Pienso que nuestra principal misión en la vida es manifestar el nuestro y, en la medida de lo posible, hacer uso de él en nuestra profesión o como principal hobby. Estoy convencido de que has venido aquí para desempeñar un importante papel protagonista, sólo falta descubrir cuál es. Lo que es seguro, es que se te dará de maravilla y que te hará sentir una gran plenitud.
Evita la trampa de pensar que tiene que ser algo extraordinario, nada más lejos de la realidad, se puede ser muy feliz haciendo cosas aparentemente simples. Para saber cuál es el tuyo, presta atención a las señales, sólo tenemos que estar atentos. A menudo, estamos tan distraídos con nuestras preocupaciones, que perdemos la noción de lo grandiosos que somos…
Gandhi escribió, “Tener éxito no es sólo hacer cosas extraordinarias; si no hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien…” Y con Amor, añadiría yo.
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia