¿Conoces a alguien genuinamente amable? La actitud que más beneficio aporta a las personas es la amabilidad… Conlleva sentir una intensa compasión por todo el mundo, una constante apertura hacia los demás, un amplio sentido de la empatía y un pensamiento libre de juicios. Todo junto genera y amplifica la más pura de las energías, el auténtico Amor incondicional…
Decía el gran Mahatma Ghandi: “Si quieres ser amigo de Dios, o te quedas solo, o eres amigo de todo el mundo”. Ser amable produce un gran impacto emocional y energético en las personas, un profundo bienestar del que se beneficia el portador en primer lugar, y que además, actúa como un poderoso relajante de cualquier tipo de tensión física y psicológica.
La simple intención de ser más amable ya te aporta ventajas, y su práctica es muy sencilla. Siéntate frente a un espejo y obsérvate con la mirada ligeramente desenfocada, relaja cualquier tensión de la cara y evita gestos y juicios. Observarte tal cual eres durante unos minutos, sin aditivos ni colorantes; y comenzarás a sentir la grandiosidad de lo que ya eres.
Y es que ¿cuál crees que sería el rasgo fundamental de la personalidad de Dios si fuera humano? Evidentemente, la amabilidad…
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia