Hace poco, una niña de once años me comentaba que, más allá de sus miedos y problemas para dormir, lo peor era cuando tomas decisiones en base al bienestar de tus hijos o de terceras personas… “siempre es un error”. Copiamos esa costumbre de unas generaciones a otras, aunque se aleje mucho del ideal de auto-responsabilidad y auto-realización como medio de enseñanza del camino a seguir.
Es un hecho que aprendemos por imitación, luego la frase tristemente famosa “Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga” nunca funciona. Los niños, aunque no sepan explicarlo, sienten nuestras emociones con más intensidad de la que nos podamos imaginar. Así que ya tienes una razón más para cuidarte, mimarte, alimentarte bien, meditar, empezar a hacer deporte o simplemente prestar algo más de atención a tu cuerpo; es más fácil de lo que parece. Si lo haces, te sentirás genial y serás un ejemplo a seguir; cuantos más seamos, mejor… Confío en ti.
“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.” Albert Einstein
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia