Estas monedas te ayudan a cambiar tu estado emocional, pasando del «miedo«, que solo puede sentirse cuando tu mente se encuentra en pasado o en futuro, al Amor, que siempre está en presente. En la práctica, y en apenas un par de minutos (dependiendo del nivel de malestar), puedes pasar de sentir enfado, tristeza, temor o desmotivación, a sentir más tranquilidad y confianza.

Este proceso se produce tan rápidamente gracias a través de una sencilla estructura de trabajo y a una técnica específica desarrollada en el Instituto Emoconciencia®. Combinando ambas, puedes transformar tus emociones en muy poco tiempo y, además, lograr comprensiones profundas de lo que te ocurre.

Úsalas para «soltar» el malestar; para evitar las preocupaciones y el pensamiento rumiante; para reducir la ansiedad, el estrés o el dolor asociado a sentimientos y emociones; incluso, puedes utilizarlas para ayudar a tus hijos o seres queridos cuando se encuentren en situaciones difíciles o estén enfermos.

También puedes usarlas a diario en tus procesos de introspección, autoconocimiento y desarrollo personal; realizar meditaciones de aceptación de la dualidad y de sus polaridades; aumentar la comprensión de muchos de tus procesos internos basados en el miedo, la ira y la tristeza; y, por supuesto, para profundizar en tu verdadera espiritualidad (práctica del Amor).

Si además usas la psicología, el coaching, facilitas procesos emocionales o haces terapia, estas monedas se pueden convertir en una fantástica herramienta para explicar a tus pacientes o clientes los procesos por los que están pasando y hacerlos conscientes de los cambios que precisan realizar para mejorar rápidamente. Incluso, puedes trabajar con las monedas en tu consulta o despacho con cualquier persona, eliminando una gran variedad de malestares y facilitando una comprensión más profunda de sus inquietudes.

Estas monedas son un fantástico regalo para cualquier entusiasta de las emociones o buscador espiritual, además de una gran herramienta para trabajarte de forma simple y «tocar» con tus propias manos la teoría que llevas años escuchando y que tanto cuesta, a veces, llevar a la práctica diaria.