A mi, como a otros muchos, me encantan las frases de los grandes filósofos y maestros de la historia, muchos de ellos me han inspirado y lo siguen haciendo en mi día a día. A veces, comparto videos con una recopilación de las citas más famosas, simplemente porque me gusta revisarlas y llevármelas a mi contexto de vida actual, que es para lo que realmente sirven. En ellas, a menudo encuentro muchas más claves de las que podía imaginarme, y habitualmente las que aparentan ser más simples, son también las que más me acaban inspirando y ayudando con mis pequeños problemas y conflictos.
Y es que esas frases geniales de los maestros que nos precedieron, han transcendido el tiempo por alguna razón, que es su valor para ayudarnos a entender el verdadero sentido de la vida. He de reconocer, que hace tiempo hablaba, e incluso alardeaba, de comprender lo que significaban, a veces hasta me atrevía a darle un sentido proyectado hacia las personas que tenía delante, pero nunca lograba el efecto deseado.
Tiempo después, leí un artículo del ámbito de la psicología en el que se establecía una relación entre las personas que compartían citas “profundas” y frases inspiradoras con un menor nivel de inteligencia. No estaba para nada de acuerdo, pero me hizo pensar… En mi humilde opinión, y sin estudios de por medio, pienso que si la gente las comparte, es porque le gustan o creen que pueden ayudar a alguien haciéndolo, y no porque necesariamente las entiendan. Sin embargo, eso no les hace menos inteligentes, sólo demuestra que no se han dado el tiempo para comprender su verdadero significado.
Gracias a las redes e Internet, tenemos a nuestra disposición mucha más información de la que podríamos asumir a lo largo de toda nuestra vida, aunque nos dedicáramos a eso en exclusiva. Por esta razón hay que ser prácticos y buscar lo que nos apasiona de verdad para analizarlo y saborearlo con calma. Al menos, eso es lo que vengo haciendo de un tiempo a esta parte, ya que cada uno de nosotros tiene su propio contexto de vida, pero si yo puedo aplicar lo que aprendo al mío, me será mucho más sencillo extrapolarlo al de otros desde mi propia experiencia, y a eso le llamo simplificar.
Y en el caso de las frases profundas e inspiradoras, leerlas y llevarlas a nuestro contexto de vida, es la única forma de primero comprender y más adelante integrar su significado real para nosotros en ese momento. Y puede que sea distinto al de otra persona, pero es el tuyo, y por supuesto, nunca te va a convertir en alguien menos inteligente que nadie, por muchos estudios de psicología que afirmen lo contrario…
“La simplicidad es la máxima sofisticación” Leonardo Da Vinci
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia