¿Recuerdas cuando éramos niños? Siempre estábamos inventando juegos, uno de ellos se llamaba “Ahora la llevas tú”; si te tocaba empezar, tenías que correr tras los compañeros hasta tocar a uno de ellos, entonces la llevaba él y todo empezaba de nuevo… Estábamos así por semanas, y cuando uno se despistaba, quizá varios días después, te acercabas con alguna excusa para tocarle gritando ¡la llevas…! mientras corrías sonriente con una sensación de liberación asombrosa. Era realmente divertido…
Hoy la llevo yo, así que me gustaría que tomaras conciencia de la cantidad de cosas buenas que haces todos los días, esas que, quizá por ser pequeñas, no valoramos. Por eso, hoy quiero agradecerte, de corazón, tus “buenos días” al vecino, el haber cedido el paso a esa señora, la sonrisa que le has puesto al camarero que te ha traído el café, tu generosidad con los compañeros o tu escucha atenta hacia ese familiar o amigo. Si un día a la semana recordáramos las buenas acciones que realizamos, todos nos sentiríamos un poco mejor.
Ahora, te toca a ti agradecer a las personas de tu entorno sus pequeñas buenas acciones ¿sabes por qué? Porque ¡la llevas…! ????
“Una de las ventajas de las buenas acciones es la de elevar el alma y disponerla a hacer otras mejores.” Rousseau
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia