Uno de los principios de Emoconciencia es, “En lugar de arreglar problemas, arreglo mi mente… Entonces los problemas se resuelven solos”. Piensa en algún problema; si realmente lo es, su resolución está pendiente de una acción en un momento concreto; una vez realizada, terminas con él.
Si lo que has pensado se sale de este simple esquema, o no es un problema o se ha convertido en un conflicto mental (preocupación), origen de todo sufrimiento humano. La buena noticia es que recordando con fuerza una situación positiva y fijándola en tu mente durante dos minutos, el conflicto pierde importancia, entonces puedes seguir ocupándote de tu vida.
“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.” Albert Einstein
Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia