Nuestra Mejor Versión

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La semana pasada me comprometí a darte la segunda clave para que obtuvieras la mejor versión de ti, pero antes me gustaría explicarte algo que me parece muy importante…

El cerebro tiene un modo fascinante de hacer las cosas, y tienes que saber que siempre está funcionando, le encanta estar ocupado y se le da de maravilla encontrar soluciones a los problemas que se le plantean. Ahora bien, como está diseñado para estar siempre trabajando, si no le das asuntos para resolver, se los va a buscar él solito, y esto es algo que deberías tener muy en cuenta.

Cuando tienes metas claras a las que dirigirte, estás programando tu cerebro, le apuntas un objetivo y eso tiene una consecuencia directa, mantenerlo ocupado analizando y resolviendo los obstáculos que puedan surgir hasta la consecución de dichas metas. Cuando lo haces, te sientes bien y con entusiasmo para seguir la ruta marcada, actuando con más facilidad y dejando de malgastar energía en pensamientos sin dirección ni sentido.

Te recuerdo que la primera clave era “Pon todo tu interés en aquello que haces”, aunque lo que te ocupe sea simplemente divertirte… Y ahora sí, vamos a conocer la segunda clave que te permita sacar más provecho de tu mejor versión.

¡Enfócate! Cuando haces algo siempre es por una razón, sin embargo a menudo esta permanece oculta, es decir, actúas pero no sabes muy bien para qué… Si pones interés en lo que haces y además tienes un objetivo claro, te vuelves increíblemente eficaz. Cuando visualizas una meta, marcas el camino a tu poderosa mente no consciente, y es entonces cuando esta pone su increíble potencial en funcionamiento.

Así pues una mente enfocada encuentra soluciones, pero una desenfocada se confunde, buscando conflictos donde no los hay para justificar el malestar interno, y los saca afuera a través de supuestos problemas (actitud egótica). Todos nos hemos visto involucrados con personas que se han enfadado por algo sin sentido aparente, y hemos experimentado frustración por ello.

Recuerda, cuando te pones una meta, la priorizas y la planificas, las cosas empiezan a salir bien sí o sí. Te sorprendería la cantidad de tiempo que los grandes ejecutivos dedican a organizar sus agendas, saben que están poniendo al tiempo a trabajar a su favor.

En definitiva, cuando tu mente está enfocada en metas a corto, medio y largo plazo, deja de buscar problemas y conflictos, y se centra en lo que realmente quieres ¿entiendes ahora la importancia de tener siempre objetivos en tu vida? Ahora sí, sal ahí fuera y comienza a dar lo mejor de ti…

Texto original de Miguel Ángel Pérez Ibarra para Emoconciencia

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